Sé como las aguas del río,
que corren hacia el mar,
no con el pesar de morir,
perdidas para siempre,
sino para encontrarse en un abrazo
con las que llegaron antes,
y esperar las que detrás vienen corriendo.
Porque el amor es más fuerte que la muerte
y como el mar,
al final del camino recorrido,
en un abrazo sin fin,
nos reunirá estrechamente a todos.
¡Para siempre!
René J. Trossero
(escritor y psicólogo)
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